miércoles, 2 de mayo de 2012

¿Cómo se puede ser fiel buscando en el cuerpo de 622 mujeres la cura para el mal de amores?


Era inevitable: el martes 3 de abril, comencé  con la lectura de una novela de amor llevada al extremo de la literatura El amor en los tiempos del cólera,  cada palabra escrita allí me llevo por un mundo de fantasía, en donde lo único que importaba era llegar a la meta, que se traza desde el comienzo, con un amor casi imposible entre dos personas que viven en una de las ciudades mágicas de la costa colombiana.

Es una novela de Gabriel García Márquez, nombrada por muchos como la gran historia de amor de nuestra época, de hecho hace unos cinco años hicieron la adaptación  irregular del libro a la pantalla grande, que no obtuvo tantos premios ni acogida entre el público, que esperaba con ansias, ver reflejado el amor y la fidelidad eterna de Florentino Ariza hacia su diosa coronada Fermina Daza

Un hombre callado de aspecto sombrío y vestido de negro como un murciélago, es la descripción más acertada para Florentino Ariza, protagonista de la novela, que durante cincuenta y tres años, siete meses y once días espero pacientemente por su único y verdadero amor, Fermina Daza. Ella una mujer casi inalcanzable para él,  que creyó ciegamente en las promesas de amor que se hacían durante el largo viaje al que su padre la arrastró por la Sierra, para arrebatársela;  años más tarde, en la plaza de mercado de Cartagena de Indias, ella al verlo tan cerca y sin ninguna persona que lo impidiera,  se percata en un segundo del enorme engaño,  entonces lo mira con gran determinación y le dice que todo había sido una ilusión.

Fermina, una mujer de sociedad, estuvo casada con Juvenal Urbino de la Calle durante muchos años, mientras que Florentino no perdía la esperanza de poder estar con su amada, pero paralelamente adopto una doble vida e inclusive una identidad que solo salía a flor de piel en las noches, durante las cuales con el sigilo de un gato entraba y salía de casas, callejones y escondidizos secretos, después de buscar en los cuerpos de varias amantes clandestinas tan frágiles como una flor y necesitadas de afecto, cariño y  comprensión, las caricias y besos que no conoció de ella, hasta después de medio siglo.

Florentino un hombre sin mucha determinación, decidió entregarse a los placeres del amor, pues bien sabia que la espera por Fermina era larga y tediosa, tanto que después de apreciar por primera vez al sexo opuesto, descubrió que el dolor que sentía al tener a su amada lejos, cesaba un poco. Durante los años de espera él nunca pudo dejar de pensar ni un solo día en ella, pues de por medio había un profundo sentimiento que diariamente lo llevaba hacerse más persistente. 

Sin embargo la  clandestinidad de Florentino no puede llamarse como una infidelidad o traición al amor eterno juro  a Fermina,  pues bien él era un hombre soltero y libre para admitir que su vida no podía pasar en vano mientras esperaba a su amada, además nuca falto a sus promesas y respeto por encima de cualquier cosa el juramento de amor, pero  las necesidad de satisfacer la sexualidad de un hombre nunca dan espera.

Durante muchos años, Florentino se refugio tímidamente en los brazos de 622 casuales, de las que llevo registro en una serie de cuadernos, con ellas sostuvo romances a veces un poco fugases y en otras ocasiones más duraderos, pero todos con la misma finalidad, darle tiempo al tiempo para que Juvenal dejara viuda a Fermina y de una vez por todas el camino le quedara libre al persistente protagonista. 

En la actualidad la infidelidad se presenta tanto en los hombres como en las mujeres, siendo los hombres más traicioneros, para demostrar su masculinidad porque en la sociedad se espera que ellos actúen así, pero Florentino no era un hombre de esos, él disfrutaba profundamente acostarse con cada  mujer que llegaba a su  vida, pues ellas eran el escape a la soledad que enfrentaba a diario sin el amor de Fermina. 

La infidelidad es más notoria en el presente, pues la percepción de esta palabra ha cambiado la manera como se relacionan las personas amorosamente, ya no son necesarios los compromisos y juramentos de amor y fidelidad eterna paso a ser solamente nombrada en los cuentos de hadas.
 

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