miércoles, 25 de abril de 2012

La vida secreta de Florentino Ariza

Florentino Ariza, uno de los tres personajes que conforma el triangulo de amor de la novela El amor en los tiempos del cólera, vestido de paño negro con sombrero duro y paraguas de murciélago, es descrito como un hombre bastante callado y de aspecto sombrío, pero con un profundo sentimiento de amor hacia Fermina Daza, una “diosa coronada”, como el solía llamarla; ella fue su primer y único amor y espero por ella pacientemente durante cincuenta y tres años, siete meses y once días ( y unos años de promiscuidad) para repetirle una vez más el juramento de “mi fidelidad eterna y amor para siempre (…)”.

Esta novela fue la primera escrita por el colombiano Gabriel García Márquez después de haber ganado el premio Nobel de la Literatura, publicada en el año 1985, inspirado en la historia de los amores contrariados que vivieron sus padres, el telegrafista Gabriel Eligio García y la hija del coronel Luisa Santiaga Márquez, veterano de la Guerra de los Mil Días, que desde el comienzo se opuso a esa relación, pues no lo consideraba adecuando por ser Gabriel hijo de una madre soltera, pertenecer al Partido Conservador y ser un mujeriego.


Él, un hombre solitario y callado, comprendió durante un viaje en buque por el río Magdalena al interior del país, que existía la forma de sustituir el amor de Fermina Daza por una pasión terrenal que conoció con Rosalba, como lo son, los encuentros amorosos. Y a partir de ese encuentro él comenzó a vivir una doble vida, cada vez que se encontraba al borde de un cataclismo se aferraba al amparo de una mujer.

Durante los largos años de soledad y espera por el amor ilusorio de Fermina, Florentino un hombre necesitado de amor, busco refugio tímidamente en los brazos de 622 mujeres casuales de las que llevo registro en una serie de cuadernos, con ellas sostuvo romances a veces un poco fugases y en otras ocasiones más duraderos, pero en los finalmente terminaba buscando, los labios, los besos, las caricias y el amor que no hizo con Fermina, hasta después de medio siglo. 


La viuda de Nazaret, fue el primer amor de cama de Florentino Ariza, a ella en especial le consagro más comprensión que a ninguna otra, por ser la única que irradiaba ternura de sobra. Sin embargo en su vida hubieron varias viudas entre ellas: Josefa la viuda de Zúñiga, Prudencia Pitre la Viuda de Dos, y la otra Prudencia la viuda de Arellano.

Esta es la reflexión de Florentino Ariza en la despedida con la profesora de música Ángeles Alfaro, con ella aprendió lo que ya había sufrido muchas veces sin saberlo “Que se puede estar enamorado de varias personas a la vez, y de todas con el mismo dolor, sin traicionar a ninguna (…)”. “El corazón tiene mas cuartos que un hotel de putas (…)”. Aún con su corazón roto decide seguir fiel a esa emoción tan profunda como misteriosa, intensa e inmaterial que lo liga eternamente a su amada Fermina Daza.

Leona Cassiani, negra, joven y bonita, fue la verdadera mujer de la vida de Florentino, aunque él ni ella lo supieron nunca, y además la única con la que nuca hizo el amor, y después de muchos años “con ella entendió que se puede ser amigo de una mujer sin acostarse con ella (…)”.


Y por supuesto las mujeres casadas también hicieron parte de las acompañantes de Florentino, una de ellas fue Olimpia Zuleta, una palomera alborotada. El romance les duro poco tiempo, hasta la tarde en que él pinto en el pubis de ella una flecha roja dirigida hacia el sur, y le escribió un letrero en el vientre: “Esta cuca es mía (…)”, esa misma noche ella se desnudo delante del marido que de inmediato vio el letrero y la asesino por infidelidad.


La última mujer de la lista, América Vicuña, una joven de catorce años de edad, estudiante en la escuela superior, enamorada de su tutor Florentino Ariza, la cual era correspondida “él amaba con más angustia que a ninguna porque tenía la certidumbre de estar muerto de viejo cuando ella terminara la escuela superior (…)” . Ellos vivieron un intenso romance, que duro hasta el domingo de pentecostés, el día de la muerte de Juvenal Urbino de la Calle y Jeremiah de Saint-Amour, pero también el día que tanto había anhelado Florentino, pues Fermina ya dejaba de ser una mujer comprometida y nuevamente él pudo hacerle el juramento de fidelidad y amor eterno.


La fidelidad que guarda la película con el libro, es la mayor crítica que hacen expertos en el tema, que expresan que el poder definirse dentro del formato como la pantalla grande provoca un cambio en los códigos estéticos y narrativos que no coinciden con los del libro. En cambio la banda sonora de la película que estuvo a cargo de la barranquillera Shakira con tres canciones como Pienso en ti, Hay amores y la última Despedida, nominada al Globo de Oro a la mejor canción original en 2008.


Fuentes consultadas:

http://www.sxc.hu/photo/930467-25 de abril de 2012
http://www.youtube.com/watch?v=DC5iXJ8DckY-24 de abril de 2012
http://www.youtube.com/watch?v=0CHmXIA9omA-24 de abril de 2012
http://www.youtube.com/watch?v=a4VrDy43-22 de abril de 2012
http://www.youtube.com/watch?v=fAyhwvnnjsQ-18 de abril de 2012

martes, 17 de abril de 2012

Opinión sobre articulo " Seguiré hasta el fin. Mato o caigo" del periodico el País de España

“Seguiré hasta el fin. Mato o caigo”, este es el titulo con el que comienza un reportaje escrito por Pablo de Llano, periodista del País de España, en el que se habla de la delincuencia juvenil en Medellín, nombran cifras de hasta “5.000 sicarios distribuidos en unas 300 bandas o combos por toda la ciudad”.

El artículo se describe la situación de los jóvenes que habitan las comunas, afirmando que “los chicos más jóvenes llegan a matar gratis para intentar hacerse un hueco en el saturado mercado del crimen”. El contenido de la realidad allí descrita es tan crudo, que inclusive logra ser lejano hasta para los habitantes de la ciudad. 

Medellín,  como cualquier otra en el mundo, posee conflictos asociados a la violencia urbana, narcoterrorismo desde hace ya tres décadas,  época en la que se estigmatizo la ciudad  a nivel mundial y fomento la impunidad, la corrupción, y la aparición del fenómeno del llamado sicariato.  
Hacia finales del siglo XX,  la evolución de Medellín  fue interrumpida  con la perdida de los esquemas tradicionales de la normatividad y el civismo, en consecuencia los asentamientos de desplazados fueron cada vez más comunes,  trayendo consigo la violencia rural, y los homicidios en las calles que la hicieron conocer ante el mundo como una de las ciudades más violentas. 

El Estado colombiano con el pasar de los años, ha ido dejando espacios vacios en temas como: la impunidad, la corrupción, permitiendo la fragmentación en la sociedad,  dando lugar a las comunas que como espacios excluidos, poblados como zonas de invasión y asentamientos rurales.